Lo que Dosquebradas eligió, por fin se cumplió.
Durante años el Presupuesto Participativo fue un sueño aplazado en Dosquebradas. Ideas que nacieron en las comunas, ilusiones compartidas en asambleas, cuadernos llenos de propuestas y la voz incansable de los líderes, quedaron en pausa. Fueron sueños archivados, esperanzas que parecían condenadas al olvido. Pero la Administración municipal, bajo el liderazgo del alcalde Roberto Jiménez Naranjo, decidió mirar de frente lo pendiente y cumplir con lo que la ciudadanía ya había elegido, proyectos que llevaban más de siete años en el archivo por fin vieron la luz.
Hoy, más de 15.000 personas son testigos de hechos cumplidos, los niños que se alejaron de la violencia y ahora entrenan en nuevos escenarios; líderes que recuperaron espacios comunitarios y estudiantes que, por primera vez, pudieron presentarse con orgullo en escenarios culturales. La tarea titánica de la Secretaría de Planeación no se trató solo de entregar obras. Fue volver a escuchar, volver a cumplir, entender que cada decisión tomada por la gente son sueños para respetar y cumplirlos, más que una tarea, era una deuda con la dignidad.
Más de 15.000 personas recuperaron la confianza
En Santa Isabel, Comuna 4, la caseta comunal llevaba años deteriorada. La vida comunitaria ya no se sentía igual, pero en diciembre de 2024, el alcalde Roberto Jiménez Naranjo dio su primera muestra de confianza y entregó una caseta renovada, en donde volvió la voz, volvió la risa, volvió la gente. En otros sectores, como las comunas 1, 3, 7, 9 y 11, se entregó dotación lúdico-deportiva que hoy fomenta la integración, el juego y la actividad física. Líderes sociales que durante años insistieron en la necesidad de fortalecer la participación, ahora cuentan con herramientas para acompañar mejor a sus barrios y veredas.
En la Comuna 8, el sueño era una cancha, pero no una cualquiera: una de arena, la primera del municipio. Un terreno olvidado, que durante años fue símbolo de abandono, hoy es escenario de esperanza. Allí, donde la violencia parecía no dar tregua, el deporte se abrió paso, ya no hay silencio impuesto por el miedo, se oyen los gritos pero de aliento, el sonido del saque, la risa que marca cada punto.
Jerónimo García Pino, un niño del sector, lo resume mejor que nadie: “aquí nos sentimos libres”. Libres para jugar, para crecer, para imaginar otro futuro. Con cada partido de voleibol, los niños y niñas de los barrios aledaños no solo fortalecen su cuerpo, fortalecen su autoestima, su unión y su esperanza. Esta cancha no es solo un escenario deportivo, es una oportunidad de vida.
En la Serranía de Las Marcadas y la Comuna 3, el sueño se vistió con hilos de tradición. Más de 400 jóvenes artistas por fin recibieron sus trajes típicos, aquellos que llevaban años solicitando y que hoy les permiten presentarse con dignidad y orgullo en escenarios culturales. Ya no ensayan solo para soñar: ahora lo hacen para mostrarle al país de qué están hechos.
Una nueva etapa para soñar
El Presupuesto Participativo entra ahora en una nueva etapa, una en la que el sueño nace desde cero, junto a la comunidad. La Secretaría de Planeación, bajo instrucciones del alcalde, vuelve a las comunas, pero no con promesas, sino con herramientas para construir, desde el principio, nuevos proyectos. Para acompañar paso a paso, la formulación de las iniciativas que marcarán la nueva historia de Dosquebradas con las elecciones, en donde cada comuna volverá a decidir. Como lo dice el alcalde Roberto Jiménez Naranjo: “Cuando se cumple con lo que la gente decidió, se construye algo más grande que una obra: se construye confianza”. Y con esa confianza, Dosquebradas ya no espera el futuro, lo está transformando.
 
				 
    